Cuando la familia Hebert se trasladó de Cheniere
Caminada (cerca de Grand Isle situada en la costa del golfo de Louisiana) a
aguas mas entrañables en Irish Bayou (actualmente rodeado por el Refugio
Nacional de Vida Salvaje Bayou Sauvage situado en las vecindades de New Orleans)
sus Lafitte esquifes y piraguas, herramientas básicas de todo pescador de
Louisiana, también se mudaron con ellos. Con el traslado, la vista desde el
hogar de Arturo cambio dramáticamente. En contraste con la vasta expansión del
Golfo, el bayou tenia sus limitaciones- Arturo podía ver el otro lado claramente.
Como todo niño de 11 anos le era permitido jugar a solas en la piragua, teniendo
el muelle como límite, aventurarse mas allá de él le estaba prohibido. La bahía
era hogar para comerciantes y pescadores y sus aguas chocaban con las estelas de
sus esquifes. Ignorando los peligros que sus padres reconocían, Arturo
desarrolló una gran pasión, remar a travéz de la bahía y llegar hasta el otro
lado para poderlo ver por si mismo y para eso estableció un plan. Con gran
esmero separó las hebras de un bote de remolque abandonado y las entrelazó de
punta a punta desde el muelle hasta la piragua , estimando y midiendo hasta
estar seguro que su lazo provisional alcanzaría a atravesar la bahía.
Eventualmente su padre se dio por vencido y fue cuando la carrera de remo de
Arturo comenzó.
Con edad y experiencia los horizontes fueron
expandiendo pero su primera travesía del Irish Bayou a solas ha sido tan
importante para Arturo como la travesía en kayak a travéz del Golfo de Méjico en
1,998. (Vease: http://www.seacajun.com para mas detalles.) Entre éstos
dos, muchos otros viajes en remo sucedieron: una travesía en canoa en el Lago
Ponchartrain en 1,990- 45 millas/15 horas, circunnavegación del mismo en 1,992-
108 millas/ 50 horas, ( Es que alguien reconoce que un patrón se ha desarrollado?),
la exploración completa de la costa de Louisiana con Larry Koenig en 1,994 y
muchos más.
A pesar de que la amplitud de su visión ha expandido,
la intensidad de su pasión es la misma.
En la búqueda por un estímulo más grande, la
preferencia en equipo ha ido cambiando de piragua a canoa, de canoa a kayak
marítimo. Como instructor kayakero certificado por la Asociación Americana de
Canoas de la Universidad de Minesota, Arturo comparte su pasión con muchos otros.
Arturo trabaja como supervisor para una compañía muy
reconocida de construcción en New Orleans en dónde se especializa en
renovaciónes de edificios de los siglos 18 y 19. Arturo se reconoce por dedicar
muchas horas despues de un día normal de trabajo a investigar con profundidad
los restos de edificios antiguos abandonados en la büqueda de descartes con
valor arqueológico.
Una de las resoluciónes que Arturo aguarda es que al
pasar de los años, al ver hacia atrás, el no va ser el típico anciano quien
mientras sentado en la silla mecedora se preguntará: ¿Que sucedió con todos mis
años y mis sueños?.
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